jueves, 17 de febrero de 2011

CARCASSONNE

Esta mañana, los seis embajadores riojanos, hemos ido de excursión. ¿Nos acompañas en esta aventura?



Ahora me doy cuenta de que no se ve nada en este vídeo, pero mientras filmo, no puedo utilizar el zoom, así que bueno, al menos me he dejado ver yo, jeje. En esta fotografía, se muestra mejor donde nos adentraremos...



Clara, Laura, Jose Luis, la menda e Isabel, ante la ciudadela de Carcassonne. (Fotografía realizada por Laura Labanda.)

 UN POCO DE HISTORIA

Carcassonne, es una ciudad medieval llena de historia y como la audio guía bien me ha explicado, aunque veamos el castillo como una gran fortificación de la edad media, que nos recuerda a cuentos y películas de cortes y caballeros, dragones, luchas con espadas, arqueros, fosos, puentes levadizos, artesanos y músicas de guitarras moriscas... La historia de esta ciudadela, hay que tenerla en muy buena consideración desde los tiempos del imperio romano, ya que hacia el año 800 a.C. esta ciudad, situada en una colina, se convirtió en un importante centro de intercambio comercial.
Más tarde, hacia el 100 a.C. cuando los romanos fortificaron la cima de la colina, empezó a ser estratégicamente importante, convirtiéndose en el centro administrativo de la colonia de Iulia Carcaso, denominada más adelante como Carcasum y Carcasso.
Desde 1997, Carcassonne, está considerada por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad.


UN POCO DE MAGIA
                                                                                                                                                                                     
 Según la leyenda, la princesa Carcas, esposa del sarraceno Balaak, al ver a Carlomagno levantar el sitio de su ciudad, mandó hacer sonar las campanas. La gente gritó: "CARCAS SONNE" y nació de este modo el nombre de la ciudad.
Escultura de la princesa Carcas.

CARCASSONNE EN IMÁGENES

Entrada a la ciudadela, por el puente, en su época levadizo.



Dentro del castillo, en la segunda planta.


Laura Labanda, ante el puente que da la entrada al castillo.

Me da la sensación de que en las fotos, no hemos podido plasmar la grandeza que supone este lugar. Una grandeza no solo material, ya que también resulta difícil relatar todo lo que hemos visto dentro de las murallas.
Para mí especialmente,  que he recorrido el castillo minuciosamente con el arquitecto de la restauración de toda la ciudadela durante dos horas, (con un audífono, claro está), me quedo con la sensación de que ésta ciudad es algo que hay que ver y vivir por uno mismo, porque aunque te lo cuenten o lo veas en fotografías, si te gusta la historia medieval y sus entresijos, si eres amante de los castillos y de otras épocas de la vida, la única forma de transmitirte todo lo que hoy hemos visto, es conociéndolo por tí mismo y después ya quedaremos a tomar un café para comentarlo.


Y después de esta jornada, la mejor decisión del día: Comer un cassoulet, plato típico de la zona, que en otra ocasión os contaré cómo se prepara. Os adelanto que es un cocido de alubias con salchicas y pato, sensacional.


¡¡BON APETIT!!


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