Hoy ha sido un día muy sorprendente. Después de clase de francés, me he reunido con Elodie, (nuestra coordinadora del programa, en Francia) para ir a la empresa donde voy a realizar las prácticas.
Concretamente, voy a trabajar en una asociación de tiempo libre cuyo eje principal gira alrededor de tres espacios de intervención: la educación medioambiental, la expresión y las actividades deportivas. Esta es la página web de la asociación para aquellos interesados en las actividades de tiempo libre y/o en mi trabajo.
El encuentro, ha resultado muchísimo mejor de lo que me esperaba. He conocido a Cristina, la directora de la asociación y a Fabio, mi tutor de las prácticas, con quien voy a trabajar varias horas a la semana.
El trabajo en sí, va a ser muy cómodo para mí, porque consiste en realizar actividades con niños y jóvenes con edades comprendidas entre los 3 y los 16 y es algo a lo que estoy habituada y además es lo que me gusta y para lo que me he formado.
Lo que realmente hace excitante esta experiencia y lo que la convierte en un gran reto personal y toda una aventura, es vivirla en francés. Estoy sorprendida porque en la reunión, he entendido gran parte de lo que hemos dialogado y ha sido la primera vez de mi vida que me he enfrentado a una situación así en otro idioma. Al principio me he sentido ridícula presentandome en francés y hablando de mi con un vocabulario básico, las ideas amontonadas en la cabeza, trabada porque no sé pronunciar bien y con ganas de hablar pero sin poder porque carezco de las estructuras y los tiempos verbales apropiados... y todo esto escuchándome tres personas interesadas en lo que iba a decir.
Pero poco a poco me he acomodado y me he dado cuenta de que entendía bastantes cosas.
Como resultado, he salido de la reunión muy contenta, con buenas vibraciones de que voy a encajar bien en el equipo de trabajo, con objetivos personales marcados y con la sensación de que estos meses van a ser muy importantes para mi proceso de aprendizaje de la lengua. Ahora sé que voy a aprender mucho y confío más en que soy capaz. Esta sensación de euforia y positivismo, se debe también a que me he sentido acogida y muy bien recibida en la asociación. Como a mi me gusta, de una forma natural y espontánea.
Pero aún con todo lo bueno, he de reconocer... Aunque no lo exteriorizaba, que estar casi dos horas tan atenta a los temas de conversación, al vocabulario, a mis intervenciones, traduciendo mentalmente, dejando la mente en blanco para no desconectar, porque si pensaba "Que bien, esto lo entiendo, se lo tengo que contar a mi madre", en ese mismo instante perdía un par de frases de la conversación ...
Todo eso tanto rato y la falta de hábito, me ha creado un estrés físico interno, que he salido del despacho, completamente empapada de sudor.
Eso sí, satisfecha y con muchas espectativas positivas.
Todas estas sensaciones, forman parte del proceso que comenzó hace una semana. Veremos esos sudores, donde quedan el día de la despedida y el regreso a España... Hasta entonces, espero que me acompañes en esta aventura.
Buenas noches lectores del mundo.
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